lunes, 8 de abril de 2013

EL ACOSO ESCOLAR


(Por Andrea Berengena
alumna de 4º ESO B).

   El acoso escolar se da sobre todo en niños, pero en niños que son "diferentes" a los demás. Eso de "diferentes" quiere decir, mejor dicho, que los acosadores no los aceptan por cualquier motivo: por su color de piel (que en este caso también sería racismo), porque se creen superior a ellos: o simplemente por hacerse los valientes delante de sus colegas...

    Está claro que en nuestro centro no existe el acoso. Pero todos vemos que, aunque de broma, jugando, siempre se meten con los mismos, (con el gordito de turno, con el cuatro ojos, etc); siempre, aunque de broma, jugando, golpean a los mismos (al tímido, al que saben que no va a decir nada, etc). Y desde luego, no es nuestro centro, ni de forma generalizada, pero estamos hartas las niñas de que el gracioso de turno diga sus típicas expresiones: "tÍa buena"; "vaya culito"; "menuda delantera". Etcétera. 
 
    Todo esto, también en nuestro centro, lo vamos permitiendo como si fuera algo normal. Pero no lo es. No es normal el insulto, ni el golpe, ni a desconsideración hacia las mujeres.



    ¿Y que decir de los afeminados u homosexuales? Ellos son los que menos tienen que aguantar los insultos de los demás, porque su condición sexual es diferente a la de otros. Vivimos en una sociedad bastante libre y madura como para ir haciéndole la vida imposible a los que no son de tu misma condición: hay que aceptar a las personas tal y como son, y si no te gusta como viste, o como se peina... solo tienes que mirar para otro lado.

   Pero, la pregunta es, ¿alguien tiene derecho sobre alguien? Yo creo que no y más a ciertas edades, cuando los niños (futuros acosadores, tal vez, aunque jugando...) tienen que pensar en jugar y divertirse, no en hacerle la infancia a otros niños una etapa terrorífica de su vida.

   Mi opinión es es, que si alguien no te gusta por como es, lo mejor es hacer como si ese alguien fuese un desconocido. Uno es como es, distinto, mujer, gordito, con gafas, afeminado, homosexual. Si no nos respetamos ni siquiera en el centro: ¿a donde vamos a llegar cuando seamos adultos, cuando ya no sea asunto de juegos...? Piénsalo y madura.

3 comentarios:

  1. En nuestra opinión ha sido bastante interesante este artículo ya que en todos los centros hay muchos casos de acoso escolar que todos hemos sido testigos también como las palizas a los más débiles ya que son los únicos que no pueden defenderse y no son capaces de decirlo y nosotros que somos los que los vemos somos los más culpables porque nosotros podemos decirle a los acosadores que paren de una vez pero simplemente nos quedamos quietos por no ser unos chivatos y quedar mal delante de las personas que se creen los más "guays del patio" y en realidad son unos criajos cobardes que quieren creerse que son alguien en un instituto pero en verdad la única solución de esto es plantarle cara al acosador y decirle a todos que son unos cobardes y que si se creen que son dioses por insultar a gente que en realidad es porque se creen más inferiores que todos y necesitan humillar a la gente por eso todos deberíamos decirle a toda esa gente que parasen de una vez.

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  2. El artículo nos parece muy bueno porque refleja la vida real, en los institutos o en las calles.

    En las calles pueden llegar a casos muy extremos como la agresión verbal o física, o incluso la muerte de la persona afectada.Casi siempre se discriminan los aspectos de una persona, por ejemplo: su sobrepeso, su color de piel... etc.

    Una solución podría ser que al aislar a la persona que falte el respeto hacia otras personas, esta deje de hacerlo ya que se sentirá rechazado por toda la gente de su alrededor. Este comportamiento tambien se encuentra de chicas a chicos o de chicos a chicas (que es más común) para sentirse como uno de los mejores de su ``pandilla´´.

    Nosotros opinamos que es verdad, que vemos demasiado ese comportamiento tanto como en colegios o en las calles de nuestro pueblo y nos dá asco verlo, porque todas las personas somos y deberiamos ser iguales ante todo y todos. No importa ser feo o guapo, rico o pobre, alto o bajo. Seguirá siendo una persona normal y corriente.

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  3. Ha llegado a nuestra redacción el siguiente comentario, firmado por Ana Isabel Cabello Cano, Francisco Loro Jaén y Rosa María Lumbreras Gómez.

    Estamos de acuerdo con este artículo. Nuestra opinión es la siguiente:

    La desigualdad en este centro existe, es más que hay personas que lo sufren personas que simplemente son humildes, aquellas que dejan que le digan lo que quieran y se callan. Son en esas en las que hay que poner remedio para que todo se acabe. Aquí somos todos iguales, tenemos los mismos derechos y tenemos también el derecho de tener opiniones del todo el mundo, aunque simplemente no nos guste ni su forma de vestir, de peinar etc... Hay que saber que vivimos en una sociedad, en la que todos somos iguales, para ello hay que saber las expresiones, que decir, a que personas se le dice, en qué lugar y en qué momento.

    ¿Por qué siempre se meten con los débiles? ¿Por qué no se meten con las personas de su edad superiores a ellos? Aun así se creen superiores a los demás y luego cuando tienen que salir quien insulta o hace daño a aquella persona son todos unos auténticos “COBARDES”. Hay muchos chicos que se ponen de acuerdo con lo que le dicen a las chicas y se ríen de las chicas y es mas muchos de los chicos insultan a las madres de las demás, por pura diversión aunque saben muchas veces que molesta a las chicas e incluso no les gusta a los propios chicos que se metan con las madres. A los que insultan deberían las chicas no hacerles caso, porque lo hacen para ser más delante de los demás compañeros sin pensar en lo que puede sentir la chica y respecto a los que son de otra orientación sexual (homosexual) son libres de ser lo que quieran y no pueden estar mal por lo que le digan los mismo de siempre y hay empezará a ser costumbre y no luego nadie lo va a poder cambiar. Y los hombres podéis cambiarlo igual que vuestra manera de pensar.

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